La impresión 3D evoluciona a un ritmo frenético. De la mano de esa evolución va la democratización de la impresión 3D (posibilidad de imprimir objetos en 3D al alcance de todos) y, con ella, la disponibilidad de lugares en los que se puede imprimir en 3D.
1. A tu ritmo: imprime desde casa
Una de las opciones de las que dispones es adquirir una impresora 3D, así como los accesorios necesarios para usarla. El primordial es el filamento, que es la materia prima de las impresiones, pero además es posible necesitar otro tipo de accesorios como fleje magnético, enganche para colgar el rollo de filamento, laca especial…
Seguramente, si lees las descripciones de los fabricantes de las impresoras te dará la sensación de que se trata de procesos sencillísimos y que no necesitas conocimiento alguno en la materia. No diremos que no es cierto, pero sí que no está tan claro… Como ocurre típicamente en la ingeniería, los procesos se explican (normalmente) de manera sencilla, pero existe una gran cantidad de variables cuyos valores que afectarán al producto final: temperatura del extrusor, velocidad de impresión, tipo y calidad del filamento, y un largo etcétera. Por no hablar de los mantenimientos y reparaciones que hay que realizar periódicamente. De los primeros no te libras, y si lo haces, ¡no te librarás de las segundas!
En cuanto a la rentabilidad, esta opción solo es recomendable para quien tenga pensado imprimir un cierto volumen de piezas y esté dispuesto a aprender las nociones básicas para empezar a trastear con la impresora (así como establecer los criterios para decidir qué impresora adquirir). Y, por supuesto, ¡tiene que tener el tiempo para hacer todo esto!
2. La forma ‘clásica’: acude a una tienda de impresión 3D
Quizás habías pensado que el “3D” de esa copistería era solo parte del nombre, y seguramente hay casos, pero es más probable que se trate de una tienda de impresión 3D.
Por lo general, puedes acudir a ellas para explicar tus necesidades (esto es, el producto que deseas imprimir, cantidades, calidad…), que te elaboren un presupuesto y, una vez aceptado y finalizado, pasarlo a recoger. También es probable que en las tiendas vendan material y accesorios relacionados con la impresión 3D, por si te decantas por la primera opción descrita.
Esta forma de realizar las impresiones 3D se recomienda para quien se sienta más tranquilo acudiendo a una tienda física a hablar con alguien en persona. No hay ninguna otra característica que no cubra el servicio de impresión 3D online (descrita en el apartado siguiente), y de hecho será probablemente una opción algo más cara, ya que las tiendas físicas tienen ciertos costes fijos que tienen que compensar con las ventas. Totalmente lógico, por otro lado.
3. A lo fácil: impresión 3D online
Dejamos lo mejor para el final, y es que la última de las opciones es la impresión 3D online. Si estás leyendo esto, probablemente ya conoces Innova 3D y cómo funciona, pero, por si no fuera así, puedes leer más aquí.
Básicamente, desde la página web de INNOVA3D, tienes 2 opciones:
A) Subir un archivo desde una de las páginas web para descargar diseños para imprimir en 3D, indicando el material, la calidad y el porcentaje de relleno que deseas para la pieza (siendo 0% hueca y 100% maciza).
B) Contactar con el servicio técnico de INNOVA3D para pedir asesoramiento. De hecho, no hace falta disponer de material digital, puedes incluso solicitar un diseño de un objeto que tengas en mente.
El servicio de impresión online de INNOVA3D es la forma más sencilla y probablemente más barata de imprimir en 3D.
Lo recomendamos a aquellas personas a las que:
- No les intimide hacer uso de plataformas online o no les importe el contacto mediante teléfono, email o Whatsapp.
- Quieran tener permanentemente la opción de contactar con un servicio técnico en la materia.
- Solo vayan a imprimir objetos puntualmente, independientemente de sus conocimientos en impresión 3D, o bien
- Deseen realizar pedidos de cualquier volumen, sin disponer de conocimientos en impresión 3D.
Esperamos que la entrada os haya servido para ubicaros un poco más en este apasionante mundo. Y, si hemos barrido demasiado para casa, ¡lo sentimos! Pero entendednos, si no pensáramos así, no nos dedicaríamos a esto…
¡Hasta la próxima!
